Si la cobertura escolar experimenta un proceso de notable expansión en el curso del siglo XX, ello se acompaña de una distribución socialmente desigual de la educación, que reviste inicialmente la forma de una exclusión pura y simple para un elevado porcentaje de la población, situación que no desaparece con la progresiva incorporación al sistema de enseñanza de todas las categorías sociales, ya que éstas presentan significativas diferencias en lo tocante a la repitencia, deserción y atraso escolar, al igual que en los logros efectivos de aprendizaje. Sobre la base de los antecedentes históricos disponibles, se intenta hacer un análisis de la evolución de dichas desigualdades a lo largo del siglo actual, y de las representaciones de la educación que están ligadas a ellas, que destacan en particular la importancia que reviste la igualdad de oportunidades educativas para una sociedad democrática. En este sentido, se plantea la necesidad de tomar en cuenta los resultados de la investigación educativa en tomo a este problema, que implican un cambio considerable en la manera de entender y materializar los procesos educativos.