En Chile, la matrícula en las universidades ha aumentado en un 505% entre 1990 y 2015. Debido a ello, se originaron nuevas problemáticas que exigieron introducir importantes cambios en las estructuras y procesos de las instituciones de educación superior (IES). Entre los asuntos que requirieron mayor atención, se encuentran las altas tasas de deserción de primer y tercer año, equivalentes a 25,2% y 46% respectivamente. Entre las iniciativas implementadas, están los programas de apoyo académico e inducción a la vida universitaria, basados en los antecedentes proporcionados por las investigaciones acerca de la deserción y la retención. Aún así, la estadística oficial 2014 del Servicio de Información de Educación Superior (SIES), indica que la deserción al primer año en universidades, no acusó progresos entre 2009 (28,3%) y 2013 (28,2%), lo que evidencia que existen elementos que no se están atendiendo respecto de la deserción.El objetivo de esta investigación fue proponer las dimensiones de una evaluación diagnóstica de la permanencia universitaria, producto de la indagación de este fenómeno en estudiantes de primera generación universitaria, pertenecientes a los tres primeros quintiles por ingreso, de una universidad privada de la región de La Araucanía, Chile. La investigación se realizó con un enfoque cualitativo, exploratorio e interpretativo. Para definir a los participantes se utilizó el muestreo teórico, mientras que las técnicas de recolección de información fueron la entrevista semi-estructurada y el análisis documental. Los resultados y hallazgos se lograron mediante análisis de contenido, dando origen a cuatro dimensiones comprensivas para una evaluación diagnóstica de la permanencia universitaria: Aspectos Institucionales, Personales, Contextuales, y de Integración Social y Académica.