This article describes the design process behind a Virtual Reality movie intended to brief the Security Council of the United Nations about the situation in Iraq, in April 2019. The last couple of years have seen an increase of Virtual Reality movies made by the UN to support advocacy campaigns and provide general public information. But in this case, the goal was to test if the immersive experiences that Virtual Reality movies enable could be used as a political tool. Through a personal reflection upon the peculiar circumstances of this process, this account shows how aiming solely at instrumenting the briefing, which is a typical political situation in the organization, hid the political and transformative potentials of all the other situations of the design process. I will discuss what inhibited these potentials and how they could be enabled, from the perspective of the social interactions and instrumental mediations at play.Este artículo describe el proceso de diseño de una película de realidad virtual realizada con la intención de informar al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la situación en Irak, en abril de 2019. En el último par de años han aumentado las películas de realidad virtual hechas por la ONU para apoyar campañas de promoción de diversas causas y proveer información pública general. Pero en este caso, el objetivo era probar si la experiencia inmersiva que facilitan las películas de realidad virtual podía utilizarse como una herramienta política. Mediante la reflexión personal sobre las circunstancias particulares de este proceso, este informe muestra que el hecho de apuntar únicamente a la instrumentación del briefing, que corresponde a la situación política típica en la organización, anula el potencial político y transformador de todas las otras situaciones del proceso de diseño. Discutiré sobre qué inhibió estas potencialidades y cómo estas mismas se podrían habilitar a partir de la perspectiva de las interacciones sociales y las mediaciones instrumentales en juego.