Este artículo presenta los relatos profesionales de una profesora tradicional en un contexto de cambio de las relaciones entre la escuela y la pre-escuela en Suecia. El texto parte de un enfoque biográfico y de los conceptos desarrollados por Mishler (1999). En el cual las identidades profesionales son vistas como relacionales y los relatos profesionales como actos formadores de identidad. En sus relatos la profesora reivindica  lo que llama una forma anticuada de ser maestra. Una maestra que tiene el control y la responsabilidad total de su clase, del aprendizaje de todos los niños y que considera como su tarea el ponerle límites y darle estructura a la vida de los niños. Esas reivindicaciones las hace usando tanto circunstancias locales y personales como dando argumentos en contra del discurso escolar dominante. De tal forma, sus relatos nos dan una visión de cómo ella entiende la profesión y de la situación actual de la escuela, de los conflictos y tendencias en juego. La base empírica del artículo es una investigación que durante cinco años estudia las implicaciones de la reforma educacional sueca que ha traspasado la enseñanza pre-escolar a la escuela. La investigación se ha centrado tanto en los relatos y argumentos expresados en los documentos públicos acerca de la reforma, como en estudios de terreno en cinco escuelas en la ciudad de Uppsala, consistentes en observaciones y videograbaciones de la interacción cotidiana y en entrevistas de carácter biográfico con 17 profesores parvularios y primarios.