Chile is in a precarious situation in terms of the number of students who receive Ph.D.s each year from the country’s universities. Stated in standardized figures with regard to the country’s population, the number of individuals who are awarded a doctor’s degree results in a figure which is twenty to thirty times less than that of advanced countries. Public and academic policies, in addition to the social understanding required to overcome the major deficit of doctors in Chile, are clearly insufficient.Chile exhibe una situación precaria en relación con el número de doctores que se gradúan anualmente en las universidades. En cifras estandarizadas con respecto a la población nacional, el número de personas a las que se les confiere el grado de doctor, revela una diferencia de veinte a treinta veces menos que los países avanzados. Las políticas públicas y académicas más la comprensión social que se requiere para superar el notorio déficit de doctores en el país, son claramente insuficientes.