"Todo el aprendizaje del niño en la escuela tiene una prehistoria.", afirmaba Vygotsky (1979) a mediados de los años treinta, en un artículo sobre sicología y pedagogía en el que admite la posibilidad de que esa experiencia previa del niño pudiera no ser necesariamente concordante con la que le toca vivir en la institución escolar: "tanto si la escuela prosigue la pre-escuela como si la impugna, no podemos negar que el aprendizaje escolar jamás comienza en el vacío". Pone asíal descubierto un aspecto nuevo de la situación escolar, pasado por alto o ignorado hasta entonces, y de capital importancia, que va a ser retomado y profundizado más tarde por la investigación educacional, en especial por los estudios que se realizan en tomo a la desigualdad social que se produce en la escuela. En ellos se demuestra la decisiva influencia que ejerce en los procesos mismos de enseñanza y aprendizaje esa relación entre la "pre-escuela" y el quehacer escolar, y el hecho de que determina en gran medida los resultados de los alumnos y la distribución socialmente desigual de éstos.  (extracto del artículo)