Given that early maths skills are crucial predictors of later academic success, the results from the latest maths SIMCE (System for Measurement of Quality in Education) are cause for alarm. These results reveal a concerning setback in gender equality in mathematical learning, particularly affecting girls from low socioeconomic status (SES) backgrounds. Neuroscience indicates that both men and women share a similar biological basis for mathematical learning. Hence, the observed gender gap may be attributed to social beliefs associating mathematics more with masculinity than femininity. In Chile, studies have demonstrated that these beliefs are prevalent among teachers, families, and children as young as 5 years old, even more so than in other countries. It is also evident that these beliefs vary based on gender and SES. To design effective early interventions, it is crucial to understand the nature of these beliefs through genuine listening and active participation of children in research studies.Dado que las habilidades matemáticas tempranas son un importante predictor de éxito académico general posterior, son preocupantes los resultados de la última medición SIMCE de matemáticas. Estos resultados demostraron un retroceso en la equidad de género en el aprendizaje matemático, lo que afecta especialmente a niñas de nivel socioeconómico (NSE) bajo. Puesto que la neurociencia indica que hombres y mujeres comparten una base biológica similar para el aprendizaje matemático, la mencionada brecha se puede relacionar con creencias que asocian las matemáticas más a lo masculino que a lo femenino. En Chile, estudios han mostrado que docentes, familia y preescolares desde los 5 años (más temprano en comparación con otros países) sostienen estas creencias. También sabemos que estas creencias varían por género y NSE. Para generar intervenciones tempranas exitosas, es necesario conocer el contenido de estas creencias, mediante la escucha genuina y la participación activa de niños y niñas en los estudios.