This paper deals with the tensions that Mexican academics confront as a consequence of Mexican higher education main challenges. These challenges are increasing student enrollment, increasing the economic pertinence of its academic programs, strengthening research and making institutional administration more efficient and transparent. All of the above has generated a global expectation that academics should perform, in a “balanced” way, activities dealing with teaching, research, service and governance. Such expectation is exerting an enormous pressure over academics and pushing them to do the minimum necessary in each function in order to comply with the requirements that various programs demand in order to receive income in addition to their ordinary salary.El presente artículo se refiere a las tensiones que experimentan los académicos mexicanos como consecuencia de los desafíos que enfrenta la educación superior en México: aumentar la cobertura, lograr la pertinencia económica de los programas educativos, fortalecer las funciones de investigación y hacer más eficiente y transparente la gestión en las instituciones. Lo anterior ha derivado en expectativas de que realicen, de manera “equilibrada”, funciones de docencia, investigación, vinculación y gestión, ejerciendo una presión desmedida sobre ellos y propiciando el rendimiento mínimo requerido en cada uno de los ámbitos, a fin de cumplir con los requisitos que diversos programas demandan para otorgarles remuneraciones adicionales al sueldo ordinario.